lunes, 19 de marzo de 2012

A ti te escribo, sí, a ti,
a quien está detrás de esa brillante mirada,
a ti que hiciste reino y lecho de la aventura del vivir,
a la que traza nuestras realidades con la
maestría que sé que supone ver contigo un simple amanecer,
a ti que hiciste de la rutina un de vez en cuando
y de la tristeza un guijarro en el bolsillo,
tú que borraste eslabones y cerrojos
mereces verbo, verso y beso,
a ti que se te engancha un avión de papel 
que te desconchó el querer la pared del miedo
dejando a la vista infinitas tormentas de luz
y vida,
tu tendrás más que tinta,
tendrás recuerdo.

Serás más bonita, 
revolotearás en mi pensamiento 
y en el campo de tu tierra y de la mía, 
en pequeños verdes valles y nevadas montañas.
Te llevaré alguna vez en primavera 
un ramo de multicolores lilas 
y azules oscuras violetas
Me gustaría así entregarte el amor 
de mi alma y de mi sangre 
para al apoyarte sobre mí 
solamente la música esté dirigida 
por la batuta de mi corazón al latir.

jueves, 15 de marzo de 2012

Soy un grano de trigo tirado en la tierra, tú eres semilla de amapola roja. Brotaremos juntos con lluvias y con soles y seremos en verano mar de miércoles y amapolas. Mi espiga de amores dorada acariciará con la brisa y con el viento tus rojos labios de roja amapola de amor enloquecida. Cuando los segadores me destinen a su hambre ya estaré locamente de ti enamorado, me meterán en oscuros sacos prisionero donde pueda pensarte en sueños en los que ando surcando espaldas, todas en una la tuya son, ondulándose como el trigo, hasta en pedregosos caminos cimbreando la cintura, haciendo un guiño al destino, un dibujo de la penumbra, en él alambro el desatino de quererte hasta la muerte o por lo menos hasta el alba, y con mis malos despertares olvidarte cuando quiera ó cuando pueda mientras vadeo los ríos, los de siempre, los de nunca, de tus sueños, de los míos. Sin embargo, buscaré en este saco un agujero y caeré de nuevo a tu tierra, para así, en otra primavera, junto a ti, roja y preciosa, brotar de nuevo.



martes, 13 de marzo de 2012

Precioso el momento en el que llegaste en la tarde umbría de la nada y de la sombra. En el tiempo de la nieve y de la escarcha vi tus botones de sonrisa acariciarme cubriéndome del viento. En el rincón del campo olvidado y mustio, quizás siempre yermo, salieron tus violetas de sus sueños engendrados y una blanca mariposa despertada de sus sueños por un rayo luminoso, acarició con sus alas el frío viento del invierno y llenó de amor mi alma. A un mirlo en el arroyo le enrojeció el pico de tanto cantar amores. Las vacas, de pronto, corren, saltan y brincan para después mirar al cielo conscientes de que cuando apenas te acaricie el reflejo de todo lo que hay por allá arriba se deslice por tu pelo. 

Mientras mis ojos y tus ojos se tiren vestidos al agua
que refleje la imagen de mi sueño embriagado y valiente
no podrá irse más lejos
de tomar tu mano y acariciar tu pelo
y estar enteros unidos por más de un momento. 


jueves, 1 de marzo de 2012

Me marché, cogí otra vez mi chupa de cuero y me largué entre tus dedos mientras se hundía mi alma en el fango una y otra vez. Soy un completo experto en empañar cristales con mi vapor para dibujar corazones y verlos desaparecer dejando mi boca seca muriendo de sed. Un rugido de león que se acostumbraba a malvivir mientras se encabronaba para resurgir una y otra vez.

Sólo he utilizado batallas añejas para sacarle punta a mi lengua, perdiendo trenes que no me importaban nada. Chorreaba de ganas de dejar de andarme ya por las ramas, ahora me he engalonado con un corazón que lo llevo por bandera, con sus alas y su motor y el muy cabrón se empeña en aterrizar a tu vera. Había acumulado todos mi secretos en mi vertedero, fuera del alcance de sentimientos que nacieron muertos y de los que nunca el olor ha llegado a alcanzar a ninguno de mis te quieros.

Con nadie he tenido cojones a ponerme a bailar en el filo de la navaja porque siempre ocurría que que todo era descabezado con guadaña. No dejaba títere con cabeza. Pero has aparecido con un sonido de cascabel, instaurándote como el espejo en que me quiero ver. Con el tiempo muerto nadie me espera, sin embargo me miras a los ojos, me dices que sí y cierras la puerta. Todo esto con el amor vistiendo un gran escote y que por fin me ha dicho que meta en su canalillo mi corazón. Después de haber podado las ramas secas de los días, he conseguido que haya nacido el fruto que estaba por venir.

Estoy dispusto a partirme los cuernos si es preciso, me quedan tus besos para amurallar mi pecho y que no halla un sólo resquicio de él que no te eche de menos. No he sido jamás ni tan dulce como la miel ni me he dejado por la gente la piel, pero ahora estoy dispuesto a lanzarte en cada uno de los amaneceres aviones de papel. No voy a desperdiciar ningún abrazo, beber todos los sueños agarrado muy fuerte de tu mano.

Dicen de mí que estoy loco, la tormenta y la escarcha en los días de calor. El más cabrón de este rebaño que no tenía ni perro ni pastor y esquivando cepos en este sumidero de arramplar arrodillado por el sendero. Ahora me disfrazo de payaso de arriba a abajo para hacerte sonreir, no me importa ser el fuego que alborote tu avispero si así vienes a por mí, ni partirme la boca por subir las rocas que haga falta para llegar hasta ti.

Galopando en nubes a ras de suelo, engullimos la tierra, para pasarnos abrazados la noche en vela y pintar por la mañana una a nuestra manera.