viernes, 25 de marzo de 2011

Pam, pam. ¿Estrellamos la luna contra nuestras sonrisas para que siempre estén llenas?

Somos 2 pequeñitos puntos dentro de una gran actuación de grandes planetas que nos hacen ser leves migajas de un inmenso vendaval que nos rodea. Estamos a las afueras de un pueblo, de un gran océano en el que están escondidos nuestros secretos y nuestros sueños.

Pero qué sucede cuando estamos los dos juntos, sin leyendas de lo que héroes clásicos han conseguido abriendo fuego contra bombardeos, y todo eso sin soltar un mísero te quiero. Nosotros hacemos lo que nadie había hecho nunca: saltamos a las estrellas, y subimos más arriba todavía por las escaleras de nuestras miradas para alcanzar una bola luminosa, sobre la que nos revolcaremos disfrazados tu de la cosa más hermosa y yo de Míster Fahrenheit. Porque entonces me haré un hippie de la paz, donde los sueños se gastan y las tristezas se marchan, rebobinamos el proceso y nos tiramos en misión suicida afinando mejor la puntería cayendo al centro de la Tierra, con una victoria nueva encima pero siendo los mismos locos que eramos antes de ayer. Repetir ésto una otra vez y dejarnos como siempre volver a caer.

Hacernos viejitos para ser el mejor añejo, patentando día tras día un nuevo amanecer, en el que estamos mareados, poniendo todo al revés, pero siempre tú delante y yo siguiendo el ritmo de tu pies. Gastar todos nuestros ases en la manga, de caricias a contrarreloj, con impulsos sin razón, dejando el calendario vacío de días separados, tirándolos dentro del cajón y hacer que de ellos solo salgan las horas que viviremos juntos anclados en nuestra respiración de kilos y kilos de papel donde siempre plasmaré todos los surcos de tu piel.

Por muchos años luz que nos digan que muchos picotazos clandestinos nos caerán, por muchas constelaciones que conquistar y por muchos cometas que patear, jugaremos al despiste, para que se haga más leve la espera a volver hacia tu colchón.

Al fin y al cabo siempre seré la misma canción reflejada en el espejo de tu corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario