jueves, 3 de febrero de 2011

¿Escribir para ser siempre recordado? ¿Por qué no escribir para ver como te matan uno a uno?
Cuando hay algo que decir, se tiene que soltar sin más, ya que el replicar posterior no tiene más cosas que hacernos que reírnos de los necios que con sus atajos van a volar.
Rajar de ellos, apartándonos de rebaño, dejar a ese jodido amo solo con ignorancia más sorda que la vigilancia de la muerte, demente, que le remienda el pelo y le exagera su tumba con un tiesto sin tierra, para que la mierda le restregue su falsa felicidad.

Aupa la maldad desdibujada. Orgullo capital de mentes que no paran de hacerse el amor, para dejar largos los dientes a aquellos que no van a volver a ver salir una flor.

Saltar por donde no hay ventanas, gracias a un puñetazo en la entrepierna, doblado de las ganas que me salen para retirarme y salir de esta patera.

Estupefacta realidad, deja de violarnos, de crearnos rajas en las pestañas para acostarte sobre nuestras coces, tapando nuestras voces, que pretendes que sean gemidos y no serán mas que gritos hacia tu odiada libertad.

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