viernes, 28 de enero de 2011

Aquellas cosas que solíamos hacer

¿Qué pasa cuando en la vida tropiezas luchando por tu sueño? Que no te quedan más pelotas que seguir luchando por él.

Una serie de problemas, cúmulos penitentes son los que le hacen a ella elegir un destino, un camino que sería temporal, preparando una venganza contra lo que salió mal. Te metes a unos estudios que no son tu fuerte, matas por el periódico de la mañana y leer columnas de contraportadas, mientras todos los demás se "divierten" o al menos ven sentido a ecuaciones o leyes.

Pero el problema es cuando estás en punto muerto, que te das cuenta que no vas para delante ni para detrás, te aferras a tus ideales que superan a los de cualquiera. Y te metes en una partida de parchís, te pides el color amarillo y buscas tres compañeros de juego que por ser como eres no tardas en encontrar. Una preciosa picolina, un bailarín de las sonrisas y un bufón que se mofa de sí mismo. Cada uno coge sus 4 fichas y empieza la partida.

Borracha a calimotxo, cogiendo un autobús a altas horas de la madrugada, vas perdiendo poco a poco fichas descubriendo que esto es un jodido desfile hacia la amargura. Aunque por contra siempre tendrás esta historia que ya tiene un denominador común con toda tu vida.

Y pasará el tiempo, y nos verás a los tres con la amistad como bandera. Ahora nos dejas más solos que nada, nos vas a hacer rebobinar momentos de clase para que nunca nos quedemos sin tenerte a nuestro lado. Sabemos que hemos sido lo único que te ataba a esta pesadilla que estabas viviendo, pero hemos aportado lo que hemos podido para hacértela más llevadera.

Ánimo y siempre ánimo, no es tarde para coger el tren. Ya has vivido la cruda realidad de ver truncados tus deseos, de que te coman tu ficha del parchís y los demás avancen 20 casillas y tu vuelvas a casa. No vamos a cambiar ni un solo minuto, y lo que ayer soñabas, tiene que convertirse hoy en realidad. No mires más para atrás y sonríe sin trampas ni cartón dejando atrás los sueños rotos. Móntate en tu furgoneta o en tu autobús y vuelve a empezar. Que triste es ésto, pero no mires más para atrás.

Cuando estés en otro lugar viviendo tu auténtica vida, orgullosa de haber luchado por tus sueños, recuerda que siempre estará ella agobiada y cansada de nosotros que somos 2 pesados, y de nosotros si tienes también tiempo.

Siempre tendrás abiertas las puertas de nuestras casas, esperándote pizzas de sabores riquísimos, mini planchas que por cierto aún te debo y mil y un momentos más de carcajadas ilimitadas que todavía nos queda por vivir.

Porque quiero que llegue un día que yo coja el Público, y cuando voy camino de mi pueblo o de mi ciudad, leer tu artículo diario y emocionarme al leer tu blog. Por mucho que ahora la nostalgia nos aborde, tu sueño ya es nuestro sueño. Eres parte de nosotros y tu futuro y nuestro futuro.

Nuestro corazones tienen 130 puertas
y como callar es morir,
que están en la plaza del querer
donde están todas las bombillas fundidas
y solo tu sonrisa hacia nosotros las hace renacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario