domingo, 19 de diciembre de 2010

Bzzz, Bzzz... Bienvenido a la Colmena, eres una abeja más, un obrero cuya única función es preparar esa dulce miel para que tú la degustes y disfrutes de este curro que tanto me ha costado hacer.

Pero todos te la hacen, tienes muchos sitios donde picar, miles de mieles que catar y eso es lo que haces, revolotear de flor en flor, sacando el jugo a cada una de ellas sin tener en cuenta quien las riega, eso no te importa un cojón.

Así van las cosas cuando tú eres la jueza, cuando eres la que repartes el material, la que conviertes agua en vino, pero es la imagen que te gusta ofrecer, ser una profesional del amor, quererte sentir de vez en cuando un juguete sexual para todos, el mejor consolador o cualquier eslabón de un aparato reproductor, juegas a ser una de esas repudiadas (por desgracia...) por la sociedad, pero juegas con el morbo de la situación.

Y las otras veces te escondes, desapareces, te subes al trono de las redes sociales, a ser la reina de picas, a colarte por cualquier ventana, y sobre todo por las mías, para que sólo te meta mano, para maniatarme como a una marioneta herida que sabe que jamás estará con ese titiritero que la manipula como haces conmigo, oxidando mis mejores caricias, corroyendo mis ruidos huecos cuando te beso, consiguiendo ser una persona que no conoces pero tienes entre tus brazos, ser tu trofeo, el ciervo que colgará de tu salita de estar y yo, enloquecido, me quedo quieto parado, dejando que pasen abriles pero aunque pasen inescrutablemente, cojo el pincel de mi amor y pinto un lienzo de tu cuerpo desnudo que sólo podemos ver los dos.

Algunos escriben en el asfalto te quiero en todos los idiomas, eso, para ti se traduce a ésto: Welcome to the Beehive, Bienvenu à la ruche, begrüßen Sie den Bienenstock, Benvenuto all'alveare, bem vindo ao colméia. Bzzz, Bzzz...

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